21 de abril, 1913. Valencia, España.

Este día ha sido pésimo, por no decir paupérrimo. Al amanecer, mientras miraba al alba, noté un ligero cosquilleo en el pie, como si Dios o el mismo aire me lo acariciase suavemente. Cuando me dispuse a mirar mi pie izquierdo, descubrí una miserable y asquerosa cucaracha tratando de trepar por mi pierna. Me entró tal angustia...madre mía. Pero eso no es lo peor. A mediodía, fuimos al barrio del Carmen a encontrarnos como todos los días con nuestras amigas de toda la vida. Cuando llegamos y las vimos, ellas ni siquiera nos dirigieron la palabra, y ya no la palabra, tampoco nos miraron a la cara. Llevaban ya unos cuantos días igual, y Rosa y yo ya nos estábamos hartando. Porque además una de ellas iba más con nosotras el año pasado y teníamos plena confianza en ella. Y ahora, nos abandona y se va con las otras cuando encima según ella les caía mal anteriormente. ¿Por qué la gente miente tan fácilmente? ¿Por qué te prometen cosas y luego no son capaces de cumplirlas? Nos prometimos siempre estar juntas, y ahora nos apartan de su lado, como cuando se te pega el polvo en tus ropas.

Candice

20 de abril, 1913. Valencia, España.

Hoy no ha hecho mal día, ha comenzado con el cielo nublado pero a media mañana ha escampado. Así que Candice y yo hemos decidido ir al mercado a comprar productos necesarios como pan, pescado y harina. En el mercado, nos hemos encontrado con doña Isabel. La pobre mujer estaba muy indignada debido a que el precio del pan había subido. Sinceramente, no le estaba haciendo mucho caso puesto que estaba más pendiente de que Candice pasase un buen rato y que dejase de pensar por un momento en su amado Jack. Como buena amiga que soy, comprendo perfectamente lo que le pasa e incluso he intentado ayudarla en todo momento para que no se sintiese sola, pero debe salir a la calle y respirar aire fresco. Debe darse cuenta de que hay más vida allá, fuera de su triste alcoba. No sé como seguirá esto, espero que se solucione pronto. Mis más humildes saludos

Rosa

Nuestros respectivos lugares de origen

12 de abril, 1913. Valencia, España.

Hoy ha sido un día normal y corriente. Sigo teniendo la misma pena encima debido a que Jack se ha ido a la guerra y me ha dejado sola. A pesar de que Rosa todos los días intenta consolarme, diciéndome que todo va ir bien y que a mi amado Jack no va a pasarle nada malo, esto es superior a mí. No puedo sacar fuerzas de flaqueza, me cuesta comer y ninguna noche descanso bien porque él ya no está aquí conmigo, arropándome en sus brazos, convirtiendo la noche más fría del invierno en plena noche de San Juan. Espero que esto acabe pronto y que vuelva a casa sano y salvo, a mi lado y formar esa deseada y gran familia de la que hemos charlado miles de veces, porque yo...yo ya no puedo más. Siempre tuya,

  
                        Candice.